¿Por qué los gatos arañan los muebles?
Un gato puede arañar los muebles por varias razones:
- Es una forma que tiene el gato de marcar su territorio. En la naturaleza, al arañar, los gatos dejan marcas para mostrar a otros gatos que el territorio está ocupado. En casa, aunque sea la única mascota, el gato demuestra que ese territorio le pertenece, que es el dueño de él. Los gatos tienen glándulas en las almohadillas de los dedos de los pies que dejan un olor especial.
- Es necesario que se afile las garras. Al fin y al cabo, es mediante el rascado como el gato elimina de ellas la vieja capa queratinizada.
- Además, al arañar una superficie, el gato está desarrollando las articulaciones, haciendo que los músculos se ejerciten.
- También existe una razón psicológica para arañar: es la forma que tiene el gato de expresar alegría o aliviar el estrés.
- Y si la mascota empezó a arañar la silla o el sofá, en los que usted pasa mucho tiempo, hay una alta probabilidad de que exprese amor y simpatía por usted. Después de todo, marca con su olor el lugar donde descansa su persona, y también muestra sus emociones a través de tal acción.
Cuando llego a casa del trabajo, todos los gatos corren al rascador y lo arañan activamente.
¿Por qué los gatos arañan el suelo?
Si un gato araña con la pata el suelo junto a su cuenco de comida, puede estar intentando enterrarla. Los gatos domésticos pueden seguir los mismos instintos para esconder su cuenco de comida, incluso si viven en interiores donde no hay depredadores ni presas cerca.
Por cierto, los gatos de raza británica arañan menos los muebles y las puertas
Un gato puede arañar superficies lisas con sus patas si está jugando. Esto es especialmente cierto si toca con sus patas superficies reflectantes, como un espejo o una ventana.
Una de las razones más comunes por las que un gato puede arañar el suelo cerca de un cuenco de comida es para marcar su territorio.
Estrategias para evitar que su gato rasque los muebles
El gato puede sentirse estresado y ansioso si no tiene la oportunidad de afilarse las uñas. Lo más importante es ofrecer a su mascota una alternativa para arañar. Por lo tanto, es importante para la salud del animal elegir un buen rascador.
Además, le recomiendo unos remedios caseros para que los gatos no arañen los muebles:
- Cada vez que el gato intente afilarse las uñas, diga «¡No!», «¡No!», «¡Shh!» en voz alta y aguda. Continúe así hasta que la mascota no desista en su empeño.¡Preste atención! No debe castigar al gato cuando ya se ha afilado las uñas. Hágalo antes o en los primeros segundos del afilado, para que esta actividad se asocie con un castigo. El gato debe entender por qué le regañas.
- Otra forma eficaz de evitar que los gatos arañen el sofá son los sonajeros para bebés. Puede comprarlos o fabricar el suyo propio; por ejemplo, ponga en un tarro metálico (de los que se encuentran en la cocina) unas monedas, ciérrelo y manténgalo siempre cerca de usted. Cuando notes que el gato quiere volver a atacar, coge el tarro y hazlo sonar con fuerza. El animal huirá rápidamente a la habitación contigua, porque no le gustan los sonidos tan fuertes. Haz sonar cada vez para reforzar lo que has aprendido.
- Globos: otro buen método «sonoro» de educar a un gato para que no arañe los muebles (el sofá o los sillones), aunque no es el más cómodo para el dueño. Infle y ate unos cuantos globos y fíjelos cerca de la escena del crimen. La trampa debe estar diseñada para que uno de los globos estalle en el proceso. El fuerte sonido ahuyentará al animal y la próxima vez ya tendrá miedo de acercarse al sofá.
- A los gatos, como sabes, no les gustan los procedimientos con agua, así que ¿por qué no aprovecharlo? Llene un recipiente con un pulverizador con agua y rociar la mascota cada vez que tiene la intención de afilar sus garras en un lugar prohibido. Pero no olvide que tal «ducha» sólo es eficaz antes del incidente o en los cinco minutos siguientes, de lo contrario el animal simplemente no entenderá por qué se le castiga.
- Las sensaciones desagradables, como en el caso anterior, deben asociarse a la «infracción». La sensación de pegajosidad para los gatos es tan desagradable como los procedimientos con agua, por lo que puede pegar cinta adhesiva de doble cara en los lugares más atractivos (por ejemplo, los reposabrazos, la parte trasera de los muebles). También puede utilizar la cinta adhesiva especial, que puede pegarse prácticamente en cualquier lugar: en alfombras, tapicerías, cortinas. Estas cintas son prácticamente invisibles, por lo que no estropearán el interior de la habitación.
- Para evitar que su gato arañe la puerta usa los dispositivos especiales que cuentan con un detector de movimiento que activa una ráfaga de aire comprimido al detectar la presencia del gato. Aunque esta solución es efectiva, es temporal y puede resultar incómoda durante el día debido a falsas alarmas por movimiento. Además, se destaca la necesidad de cambiar regularmente los cartuchos de aire, lo que podría afectar el presupuesto.
Rascadores caseros pueden ser una solución temporal hasta que puedas comprar uno más duradero.
Protección y cuidado de muebles
- Compre una funda para los muebles. Para ello, son adecuados los materiales que a los animales les parezcan poco atractivos para arañar. Por ejemplo, cubra el sofá con una manta de forro polar o póngale una funda protectora antiarañazos. A los gatos les cuesta agarrarlo y se les resbalan las garras. Con el tiempo, la mascota pierde interés por el sofá. El tejido de microfelpa tiene propiedades similares al flocado.
- Pega una lámina protectora sobre los muebles. Parece una densa lámina de plástico transparente, en una de cuyas caras hay una capa pegajosa. Con su ayuda, la película se adhiere al borde del sofá. Cuando el gato se acerque a él para afilarse las uñas, no podrá engancharse en la tapicería.
- Compre un spray a base de cítricos y otros aceites esenciales en una tienda de animales y rocíelo sobre la superficie de los muebles. A los gatos no les suelen gustar estos olores e intentarán alejarse de la fuente. El producto funciona hasta que desaparece el olor, así que rocía los muebles todos los días, especialmente sofás de piel.
- Una alfombrilla protector del sofá y los sillones también está hecha de yute o sisal. Se coloca en el lugar donde el gato suele afilarse las uñas, por ejemplo, en el respaldo de una silla o un sofá. De este modo, se puede enseñar al gato a arañar los muebles y acostumbrarlo al rascador. La tabla universal se fija con tornillos en una superficie vertical u horizontal. Es adecuada si resulta difícil decidir el tipo de rascador. Estas tablas están hechas de yute, sisal o alfombra.
- El spray repelente para gatos Beaphar Stop It Fundas protectoras. Se extienden sobre los muebles no sólo para que los gatos no se suban a los muebles, sino también para cubrir la tela pelada. Según los fabricantes, las fundas elásticas no son muy adecuadas para las actividades de los gatos debido a su movilidad y poca estabilidad. Es bastante fácil limpiar y lavar las fundas elásticas, y el coste es notablemente inferior al de una silla nueva.
- Si no quiere meterse con fundas, sonajeros, cinta adhesiva y demás, puede prestar atención a las garras del animal. Por ejemplo, en las garras de las patas delanteras se puede poner en los archivos adjuntos especiales de silicona, que repiten la forma de la garra y se unen a la cola, pero los movimientos reflejos no están limitados. Es decir, las garras se retraen y sueltan fácilmente.
- Cortar las uñas de su gato es una parte importante del cuidado y puede ayudar a prevenir que dañe muebles.
La onicectomía, un método radical, es una operación quirúrgica en la que se amputan las garras junto con las falanges de los dedos. Como resultado, la mascota queda discapacitada: se altera la coordinación de sus movimientos, el gato siempre pierde el equilibrio, no puede sostenerse en terreno elevado, le duele la columna vertebral, la postura está alterada. Si un animal así sale a la calle, estará allí completamente indefenso. La eliminación de las uñas del gato no es un procedimiento cosmético, no es una «pedicura», sino una operación seria, durante la cual se amputan las falanges de los dedos.
La mayoría de la gente no sabe que a los gatos no les afectan sus prohibiciones y amenazas. El animal siempre hará lo que quiera, sin tener en cuenta su opinión.
No recurra a ningún castigo físico (la mascota le guardará rencor y sin duda se vengará de usted).
Avergüence al gato sólo durante el «delito» (los sermones tardíos no le harán sensato).
No tire el rascador viejo, cuyo olor le resulta familiar (le resultará muy difícil dominar el nuevo).
Por último, no grite al gato (utilice la entonación, pero no el volumen de voz).
En primer lugar debe darle una alternativa: un rascador. También es conveniente cortar las uñas del gato. Los muebles, entre otras cosas, pueden protegerse con productos especiales.